La mejor ilustración de cómo un guionista no debe pensar el conflicto dramático interno lo muestra, por reducción al absurdo, la inolvidable caracterización de Golum, el personaje de The Lord of the Rings. Golum es, en esencia, la encarnación dramática de un conflicto interno, pensado éste como la lucha que tiene lugar en el recinto de una mente. Sólo que esa batalla íntima aparece ilustrada en la exterioridad del personaje, caricaturizada y convertida en espectáculo. Lo que con esto se logra, es hacer del dilema interno (del “rollo), una figura dramática “espectacular” y construir, a partir de esta inteligente operación, un personaje fascinante. Pero esta puesta en escena pone en evidencia, paradójicamente, un error frecuente en los guiones cinematográficos, que proviene de pensar que el conflicto interno de un personaje se dramatiza sugiriendo que dicho personaje vive una gran lucha interior, sin que esta lucha se traduzca en acciones o en decisiones objetivas y visibles. O, en otras palabras, que los personajes se muestren “enrollados” a lo largo y a lo ancho de la película y que no hagan otra cosa que sentirse “enrollados” y a lo sumo hablar de que están enrollados. La presuposición del guionista o del director, en este caso, parece ser que el espectador se identificará con el “conflicto interno del personaje” que tiene frente a sí, porque, lo verá como “enrollado” y él espectador “sabe muy bien” lo que se siente cuando uno se enrolla. El resultado: el cine “enrollado para “enrollados”. En esto, en fin, como en otras cosas, siguen valiendo los principios del drama: en el buen drama, el momento del “rollo” es sólo un instante de cavilación (to be or no to be, that is the question) y luego, o bien “el conflicto interno” se transforma en acción visible o bien, en casos excepcionales, asciende a otros niveles de expresión y se transforma en un imperecedero espectáculo dramático, como sucede en algunos filmes de Ingmar Bergman. Y como sucede con Golum.

Crazy Lucy
11 septiembre
Ayer escribí una escena que no me gustó. Me fui a dormir pensando "es mucho pinche rollo… y pa'qué chingados", por fortuna, ya sé callar a mi grillito cantor y ya no me hacen problema estos sentimientos de culpa que genera el saber que una escena se puede mejorar y no se hace.
Después de leer tu post, se me facilita aceptar que me estaba haciendo por demás tonta yo sola.
Ahora que ya me ha caído la pedrada y que ya he dormido un poco, puedo regresar a
modificar mi escena.
Gracias y saludos.
O Profeta
26 septiembre
O amor cobre e descobre o seu rosto feliz
Um beijo anda solto de um sopro puro
Dois amantes dividem uma maré de espanto
O desamor ergue na vida um frio muro
Uma estrela do mar percorre o azul
Uma estrela no céu anuncia a claridade
Uma longa espera arrocha o peito
Um suspiro solta a incontida saudade
Ofereço-te uma estrela do mar
Mágico Beijo
Angus
4 noviembre
Me gusta tu planteamiento… pero los conflictos internos son con el karma, eternos.
Jose Ramon Santana Vazquez
30 noviembre
…traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro…
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía…
AFECTUOSAMENTE
DE LA PAGINA DEL GUION
Jose
ramón…
Dialoguista
3 mayo
Un personaje que se las trae, lastima que ya no esta disponible el video ;-(